Las inquietudes en el momento de contar una historia suelen ser varias. En algunas ocasiones tenemos algo tangible en mente, pero en otras se convierten en una búsqueda para darle sentido a las ideas y experiencias que hemos vivido.
Este último es el caso de Ela. Comenzamos un proceso interesante de encontrar el relato que quería contar en su página web, y que también quería aprovechar para activar sus redes sociales. Con ella recordamos la complejidad que existe al definirnos; podemos ser nuestra profesión, nuestros hobbies, lo que nos apasiona, nuestra lucha, inspiraciones, lugares favoritos, o todos ellos a la vez.
Desde niña he mirado al cielo buscando respuestas, buscando una luz en los momentos difíciles. La luna siempre me ha acompañado a través de mis viajes por otras tierras, iluminando mis caminos en las noches, acompañándome en momentos decisivos de cambios y tomas de decisiones, incluso en esos momentos oscuros en que no se ve su luz, ha dado paso a las estrellas para iluminar las noches más oscuras.
Esta fue la sinopsis a la que llegamos tras varias sesiones, y después de definir categorías de las líneas que integraban la historia que quería contar: astrofotografía, migración, mujeres, viajes y montañas. Encontramos un común denominador revisando el material con el que ya contaba: la luna. La luna con sus fases, su influencia en las mareas, en las estaciones y en la migración de las ballenas, a quienes les dedicaba jornadas de observación últimamente.
Ya está lista la página web, tiene increíbles fotografías y próximamente encontrarás los relatos de Ela.
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